Bueno, habilitar la virtualización en Windows 10 no es tan complicado, pero aun así puede ser un poco molesto. Si tus máquinas virtuales (como VirtualBox, VMware o incluso Hyper-V) no se inician, o notas que faltan las opciones de virtualización de tu sistema, probablemente se deba a que esa función no está activada en la configuración de la BIOS o UEFI. Y, sinceramente, a veces la configuración está ahí, pero oculta con otro nombre o simplemente desactivada después de una actualización de Windows. Es un poco raro, pero no imposible de solucionar, una vez que sabes dónde buscar y qué hacer.
Básicamente, activar la virtualización significa que le das permiso a tu CPU para ejecutar entornos virtuales con mayor fluidez, lo cual es ideal para probar, experimentar o simplemente experimentar con diferentes sistemas operativos sin afectar tu configuración principal. El truco está en reiniciar el ordenador, acceder a la configuración del BIOS/UEFI, buscar la configuración de Intel VT-x o AMD-V, activarla, guardar los cambios y volver a arrancar Windows. Parece sencillo, pero en algunos equipos, especialmente si no estás familiarizado con la interfaz del BIOS o si está bloqueada por el fabricante, puede ser un poco frustrante. Pero no te preocupes: aquí te explicamos cómo hacerlo.
Cómo habilitar la virtualización en Windows 10
Ingresar a la configuración del BIOS/UEFI: el extraño ritual de inicio
- Reinicia tu equipo. Sí, ese es el primer paso. En algunas configuraciones, el menú de la BIOS aparece al pulsar brevemente F2, F10, DELo ESC. La tecla exacta varía, así que prepárate para el mensaje en pantalla o consulta el manual de tu dispositivo. Normalmente verás algo como «Presiona F2 para entrar en la configuración».
- En algunos equipos o portátiles más nuevos, es posible que tengas que usar la combinación de teclas Windows + Reiniciar o pulsar una tecla específica durante el arranque. Si usas un sistema que arranca UEFI con interfaz gráfica, usa el ratón para navegar; es más fácil que intentar recordar todas las teclas de acceso rápido.
Vaya a la configuración de virtualización: la búsqueda de la joya oculta
- Una vez dentro, busca una pestaña llamada «Avanzado», «Configuración de CPU», «Seguridad» o, a veces, «Modo avanzado». El nombre depende de la marca de la placa base o del portátil.
- Busque opciones llamadas Tecnología de virtualización Intel, Intel VT-x, AMD-V o simplemente Virtualización.
Activa el interruptor y ahorra: no olvides esta parte
- Seleccione la opción de virtualización y cámbiela de Deshabilitada a Habilitada.
- Pulsa la tecla para guardar la configuración (normalmente F10) y confirmar. Algunas BIOS podrían requerir que selecciones «Guardar y salir» explícitamente.
¿Por qué es útil? Porque esta configuración controla directamente si la CPU admite la ejecución eficiente del software de máquina virtual. Si está desactivada, las aplicaciones de virtualización se negarán a iniciarse o se bloquearán casi de inmediato.
En algunas máquinas, especialmente las antiguas o las portátiles económicas, es posible que la opción no esté disponible o que necesites una actualización de firmware del fabricante. Es frustrante, pero conviene comprobarlo si la configuración no está donde indican las guías habituales.
Reinicie en Windows y pruébelo
- Después de guardar y reiniciar, conviene verificar que la virtualización esté habilitada. Para ello, abra el Administrador de tareas ( Ctrl + Shift + Esc), vaya a la pestaña Rendimiento y busque «Virtualización: Habilitada».
- Si aparece como habilitado, está listo. Abra el software de máquina virtual que prefiera y compruebe si funciona mejor.
Consejos para que quede suave
- Comprueba si tu CPU es compatible con la virtualización. La información sobre la CPU está oculta en las especificaciones de tu dispositivo, pero si tienes dudas, busca tu modelo en Google + «compatible con virtualización».
- Si tu sistema usa UEFI, podría ser más gráfico y fácil de navegar, especialmente con el ratón. No dudes en explorar los menús.
- Si la opción de virtualización no está disponible, actualice su firmware BIOS/UEFI; los fabricantes a menudo agregan características o corrigen errores que podrían hacer que aparezca esta opción.
- A veces, la virtualización se desactiva tras actualizar o reiniciar el sistema operativo. Vigílala si el rendimiento de tu máquina virtual disminuye repentinamente.
- Hay muchos tutoriales en YouTube para tu modelo específico. Podría valer la pena intentarlo si te quedas atascado.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la tecnología de virtualización?
Es lo que permite que una máquina física ejecute varias virtuales, algo así como tener varias computadoras en una caja, lo que hace que las pruebas y el desarrollo sean mucho más fáciles.
¿Por qué debería importarme habilitarlo?
Porque sin ella, las aplicaciones de tu máquina virtual podrían simplemente no iniciarse o ser extremadamente lentas. Habilitar la virtualización mejora el rendimiento y la compatibilidad.
¿Habilitar la virtualización daña mi PC?
En realidad no. Activarlo no ralentiza el sistema. Pero si ejecutas muchas máquinas virtuales, consumirán recursos, lo que podría ralentizar tus tareas.
¿Cómo puedo comprobar si ya está activado?
Abra el Administrador de tareas, vaya a la pestaña Rendimiento y busque Virtualización: Habilitada.
¿Qué pasa si no veo la configuración en el BIOS?
Podría ser que tu CPU no lo admita o que tu BIOS esté desactualizada. Quizás sea necesario revisar las especificaciones de hardware o actualizar el firmware. Normalmente, el sitio web del fabricante contiene los archivos e instrucciones de la BIOS más recientes.
Resumen
- Reinicie su PC.
- Ingresar al BIOS/UEFI durante el inicio (F2, DEL, ESC, F10, etc.).
- Vaya a CPU o Configuración avanzada y busque opciones de virtualización.
- Habilite la virtualización y guarde los cambios.
- Reinicie y verifique si la virtualización ahora está habilitada a través del Administrador de tareas.
Resumen
Habilitar la virtualización no siempre es sencillo, pero una vez que le coges el truco, supone un gran aumento de productividad si te gusta probar o ejecutar varios sistemas operativos. Ten en cuenta que la compatibilidad varía mucho, por lo que podría ser necesario comprobar las especificaciones de tu CPU o actualizar la BIOS. No todas las máquinas funcionarán a la perfección, pero con suerte, activarlo marcará la diferencia. Ojalá esto ayude a alguien a ahorrarse unas horas o a evitar la frustración de fallos silenciosos de la máquina virtual.
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