Cómo ajustar el brillo en Windows 11 para una comodidad óptima

Bajar el brillo en Windows 11 es bastante sencillo, pero resulta un poco extraño que a veces simplemente se niegue a funcionar. Es especialmente frustrante si la pantalla brilla demasiado por la noche o si intentas aprovechar al máximo la batería. Normalmente, es fácil hacerlo a través de la configuración rápida o del menú principal de configuración, pero de vez en cuando, el control deslizante simplemente desaparece o el cambio no se mantiene. Ahí es cuando las cosas se complican un poco más de lo esperado. Aquí tienes un resumen de lo que ha funcionado en algunas configuraciones y lo que podría ayudar si Windows se resiste.

Cómo bajar el brillo en Windows 11

Básicamente, estos pasos están diseñados para que tu pantalla vuelva a estar en orden sin complicarte demasiado, pero ten cuidado: a veces, los ajustes rápidos habituales no funcionan y tendrás que investigar un poco más. Por suerte, existen varias opciones, algunas más fiables que otras según las actualizaciones de controladores, el hardware o las versiones de Windows. El objetivo es que la pantalla sea más cómoda para la vista o que ahorre batería, y si sigues estas instrucciones, probablemente lo consigas.

Ajustar el brillo mediante la configuración rápida

Esta es la forma más rápida. Haz clic en el icono de red en la barra de tareas, donde se encuentran los iconos de batería, Wi-Fi y sonido. Allí verás un control deslizante de brillo con un pequeño icono de sol. Arrástralo hacia la izquierda para atenuar la pantalla o hacia la derecha para aumentar su brillo. Este método funciona prácticamente en tiempo real y no requiere modificar los menús, por lo que suele ser la primera opción.

Atención, en algunas máquinas, este control deslizante podría faltar o estar inactivo tras actualizaciones de Windows o problemas con los controladores. Si esto ocurre, prueba el siguiente método.

Abra Configuración y ajuste mediante Opciones de pantalla

Haz clic en Inicio y luego en Configuración (el icono del engranaje).Una vez allí, ve a Sistema y selecciona Pantalla. Dentro, encontrarás un control deslizante de brillo. Al moverlo hacia la izquierda, el brillo se reducirá sin problemas. Si el control deslizante no está o no responde, es posible que el controlador de pantalla esté desactualizado o dañado. Actualizar el controlador puede ayudar a que esto vuelva a la normalidad.

Para actualizar los controladores de pantalla, haga clic con el botón derecho en Inicio y seleccione Administrador de dispositivos. Busque Adaptadores de pantalla, haga clic con el botón derecho en su tarjeta gráfica y seleccione Actualizar controlador. A veces, obtener la versión más reciente del sitio web del fabricante o de Windows Update es fundamental.

Compruebe la configuración de brillo y energía adaptables

Si el brillo cambia constantemente y te vuelve loco, ve a Panel de control > Opciones de energía. Selecciona tu plan de energía y haz clic en Cambiar configuración del plan. Luego, haz clic en Cambiar configuración avanzada de energía. Busca Pantalla y comprueba si la opción «Habilitar brillo adaptable» está activada. Si es así, desactívala. Esta función intenta ajustarse automáticamente según la luz ambiental, pero puede ser impredecible y dificultar el uso de los controles manuales.

Además, considere desactivar cualquier calibración de pantalla o programación de luz nocturna que pueda interferir con su configuración de brillo preferida.

Consejo adicional: Atajos de teclado y teclas de función

La mayoría de las laptops tienen teclas de función dedicadas, generalmente marcadas con iconos de sol, que permiten ajustar el brillo al instante. Si el ajuste desde el software no funciona, prueba a usar Fn+ las teclas de brillo. A veces, Windows o los controladores se vuelven un poco quisquillosos, y estas teclas son una solución rápida. Pero si no funcionan, probablemente se deba a un fallo del controlador o a un problema de hardware.

Cuando todo lo demás falla: línea de comandos y soluciones avanzadas

Este es un último recurso, pero en raras ocasiones, podría ser necesario modificar los controladores de pantalla o la configuración del registro. Por ejemplo, si los controles de brillo no funcionan correctamente, desinstalar y reinstalar los controladores de pantalla mediante el Administrador de dispositivos o ejecutar comandos como DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealthPowerShell puede restablecer el sistema. Además, comprueba si el panel de control de tu tarjeta gráfica (como el Centro de Comando de Gráficos Intel o el Panel de Control de Nvidia) ofrece ajustes de brillo independientes de Windows.

Y no lo olvides: a veces, un reinicio rápido ayuda si Windows se queda atascado en una configuración anterior. Aunque es bastante obvio, sí.

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