Los archivos de disco duro virtual (VHD) son una tecnología un tanto peculiar, pero muy útil, que funciona como un disco duro real dentro de un solo archivo. Es básicamente como llevar un sistema informático completo en un solo archivo portátil: sistemas operativos, aplicaciones, datos, todo almacenado en un único paquete. Si trabajas con virtualización (como Hyper-V, VMware, VirtualBox), los VHD son los que albergan el núcleo de esas máquinas virtuales. También son útiles para realizar copias de seguridad rápidas, realizar pruebas o incluso migrar sistemas completos entre máquinas o servidores en la nube sin complicaciones.
Cómo habilitar y usar VHD en Windows 11: la forma integrada
Cómo abrir la Administración de discos de la forma correcta
Esta suele ser la primera opción. En algunas configuraciones, navegar por la interfaz de usuario no muestra el menú completo a menos que presiones la tecla Windows + X. Luego, selecciona Administración de discos. O, si te parece demasiado rápido, busca «Administración de discos» en el menú Inicio, pero ejecútalo como Administrador, ya que, por supuesto, Windows tiene que complicar todo un poco más de lo necesario. Esto te permite crear, adjuntar y montar archivos VHD directamente desde Windows.
Crear un nuevo archivo VHD
- Una vez en Administración de discos, haz clic en el menú Acción en la parte superior y selecciona Crear VHD. Si no lo ves, asegúrate de tener la última versión de Windows 11; a veces, esta función está oculta o requiere otra actualización de Windows.
- Elige dónde quieres guardar tu archivo VHD. Indica un nombre y una ubicación, como
D:\VirtualDisks\MyNewDisk.vhdx. Si es posible, considera guardar el archivo en una unidad rápida. - Define el tamaño de tu VHD: lo suficientemente grande para el uso que le darás, pero no te excedas a menos que tengas mucho almacenamiento. Puedes elegir un tamaño fijo (completamente asignado al crearlo, lo que mejora la velocidad) o uno que se expanda dinámicamente (ahorra espacio, pero puede ralentizarlo un poco).
- Seleccione el formato: VHD o VHDX. VHDX es más reciente, admite discos más grandes (hasta 64 TB) y tiene mayor resiliencia. Sin embargo, si trabaja con herramientas más antiguas, podría necesitar VHD.
Conecte o monte el VHD
- En el menú Acción de Administración de discos, seleccione «Conectar VHD». Si no aparece, verifique su versión de Windows o si la función estaba deshabilitada; esto suele funcionar.
- Localiza tu archivo VHD/VHDX desde donde lo guardaste,
D:\VirtualDisks\MyNewDisk.vhdxo como sea que lo hayas llamado. - Pulsa «Aceptar». Ahora es como si Windows hubiera reconocido una nueva unidad física, aunque solo sea un archivo.
Inicializar y formatear el nuevo disco
- Si el disco no está inicializado, Windows te lo preguntará. Elige GPT (ideal para la mayoría de los sistemas modernos) o MBR si realmente quieres compatibilidad con sistemas antiguos.
- Haga clic derecho en el espacio no asignado y seleccione «Nuevo volumen simple». Siga las instrucciones del asistente: seleccione una letra de unidad, formatee la unidad como NTFS o exFAT y configure la etiqueta. Esto tardará uno o dos segundos, especialmente si se trata de una unidad grande.
- Una vez hecho esto, verá que aparece como una nueva unidad en el Explorador. Ya está todo listo para volcar archivos, instalar software o incluso ejecutar aplicaciones dentro de esa unidad virtual.
Y sí, a veces, en las compilaciones más recientes de Windows 11, puede que surjan problemas, como que las opciones del menú no aparezcan o que sea necesario habilitar funciones manualmente. Normalmente, basta con revisar las actualizaciones o habilitar Hyper-V en las Características de Windows. Además, si el VHD funciona de forma extraña o no se monta, reiniciar Windows o ejecutar comandos de PowerShell puede solucionar problemas, como
Mount-VHD -Path "D:\VirtualDisks\MyNewDisk.vhdx"…Usos prácticos y su importancia
Cosas como crear una instalación limpia de Windows para probar software, crear entornos de desarrollo aislados o hacer copias de seguridad de sistemas completos como un disco duro virtual (VHD) son razones válidas para experimentar con los VHD. Claro que, a veces, Windows dificulta la creación de discos virtuales simples, pero una vez que se comprende el proceso, supone una revolución total para administrar sistemas sin hardware adicional.
Ventajas de usar VHD
Portabilidad y fácil transferencia
Si traslada un archivo VHD a otra máquina o a la nube, es como empaquetar todo su entorno: no es necesario reinstalarlo. Simplemente móntelo y listo. En algunas configuraciones, así es exactamente como se migran servidores o se restauran sistemas.
Ahorrar espacio con tipos de discos inteligentes
Los discos dinámicos crecen según sea necesario, lo que ahorra megabytes hasta que se agreguen los archivos. Los discos diferenciadores son aún mejores si se desea una imagen base del sistema operativo y que varios entornos de prueba la compartan, registrando únicamente los cambios.
Copia de seguridad simplificada
En lugar de copiar muchísimos archivos para una restauración completa del sistema, simplemente copie un VHD o haga copias de seguridad del mismo. Restaurar consiste simplemente en montar el VHD y arrancar desde él, lo que puede ahorrar mucho tiempo después de una falla.
Sandbox de desarrollo
A los desarrolladores les encantan los VHD porque permiten crear y destruir entornos sin modificar el sistema operativo ni el hardware. Las instantáneas o clones rápidos reducen el tiempo de inactividad y aceleran las pruebas.
Ahorro de costes y optimización de recursos
Maximice el uso del hardware ejecutando varios discos virtuales en una sola máquina. De esta forma, se necesitan menos servidores físicos, ahorrando energía y espacio. Solo asegúrese de que su configuración de almacenamiento pueda gestionar la E/S; de lo contrario, el rendimiento disminuirá.
Escalabilidad bajo demanda
Implemente más imágenes de máquinas virtuales rápidamente con plantillas. Los discos de diferenciación facilitan la creación de múltiples clones a partir de una imagen maestra, lo que resulta útil cuando necesita escalabilidad rápida o para probar nuevos parches.
Cosas a tener en cuenta
Si bien los discos duros virtuales (VHD) son potentes, no son perfectos. El VHD original tiene un tamaño máximo de 2 TB, pero VHDX admite hasta 64 TB, una opción mucho mejor para las necesidades modernas. Además, la gran cantidad de E/S de disco dentro de los VHD puede causar cierta ralentización. La fragmentación puede ser un problema, especialmente con discos dinámicos, por lo que podría ser necesaria una compactación ocasional. Pero, en general, con una gestión adecuada, son una opción sólida para muchos escenarios.
El camino a seguir y el futuro de los VHD
Se esperan funciones de seguridad más estrictas, mejor compresión y un rendimiento más rápido a medida que la tecnología evoluciona. Las integraciones con SSD y plataformas nativas de la nube también están haciendo que los VHD sean más eficientes. En general, siguen siendo una parte fundamental de las estrategias de virtualización y nube, y probablemente lo serán por un tiempo.
Resumen
Usar discos duros virtuales (VHD) en Windows 11 es bastante sencillo una vez que se domina, y ofrece muchas opciones (copias de seguridad, pruebas, migración) para simplificar la vida. Si bien Windows tiene algunas peculiaridades, en general es una herramienta sólida. Experimentar con estos discos virtuales puede ahorrar mucho tiempo y espacio, especialmente al administrar muchos entornos o prepararse para escenarios de recuperación. Esperemos que esto le ahorre algunas horas a alguien.
Resumen
- VHD creados mediante comandos de Administración de discos o PowerShell
- Archivos VHD adjuntos y montados como unidades virtuales
- Letras de unidad formateadas y asignadas de forma rápida y sencilla
- VHD usados para escenarios de prueba, recuperación e implementación
- Manténgase al tanto de los límites de tamaño y los consejos de rendimiento.