La RAM, o memoria de acceso aleatorio, es prácticamente la heroína olvidada de tu ordenador. Es lo que almacena temporalmente los datos que tu sistema necesita en cada momento, como las pestañas abiertas del navegador, las aplicaciones activas o los servicios en segundo plano. Si bien tu unidad de almacenamiento (SSD o HDD) contiene todos tus archivos, la RAM es lo que permite que todo funcione a la perfección en tiempo real. Cuando no es suficiente, el rendimiento se desploma, el sistema se ralentiza y los fallos ocurren con más frecuencia de la deseada. Especialmente con Windows 11 y las aplicaciones modernas que están al límite, muchos usuarios pasan por alto la cantidad de RAM que realmente necesitan hasta que todo empieza a fallar.
Así que, saber si tienes suficiente RAM o si es hora de actualizarla puede ser crucial.¿Esa respuesta lenta al cambiar de aplicación o el retardo al abrir programas pesados? Suele ser señal de que tu memoria necesita ayuda. Esta guía te ayuda a identificar esas señales y a saber qué hacer, incluyendo las mejores maneras de comprobar si tu RAM es la culpable y algunas soluciones sencillas antes de invertir en hardware nuevo.
Cómo solucionar problemas de RAM y mejorar el rendimiento
Primero verifique su uso actual de RAM
Principalmente, querrás comprobar si tu sistema realmente se está quedando sin memoria. En Windows, Ctrl + Shift + Escabre el Administrador de tareas. Ve a la pestaña Rendimiento y busca Memoria. Si el uso supera el 80-90 %, es señal de que la RAM está muy baja. A veces, ronda el 100 % durante un tiempo, y ahí es donde se producen los picos de latencia y los bloqueos. En Mac, puedes hacer clic en el menú Apple e ir a Acerca de este Mac > pestaña Memoria para ver qué hay cargado.
Cierre las aplicaciones en segundo plano y los programas de inicio innecesarios
Muchas aplicaciones podrían estar consumiendo RAM sin que te des cuenta. En Windows, abre el Administrador de tareas y ve a la pestaña Inicio. Desactiva las aplicaciones que no sean esenciales al inicio, como OneDrive, Dropbox o Spotify, si estás jugando o editando. Luego, revisa si hay aplicaciones en ejecución (especialmente Chrome, con docenas de pestañas) y cierra las que no necesites, ahorrando memoria para lo que realmente importa.
Las aplicaciones o navegadores más ligeros pueden marcar la diferencia
Los navegadores o programas pesados consumen mucha memoria RAM. En lugar de Chrome, que es conocido por su consumo excesivo de memoria, considera Microsoft Edge. Para el trabajo de oficina, alternativas ligeras como LibreOffice en lugar de Office pueden ser útiles. VLC en lugar de reproductores multimedia más grandes. Básicamente, conviene cambiar los que consumen muchos recursos siempre que sea posible, porque, por supuesto, Windows y las aplicaciones intentarán usar la mayor cantidad posible.
Limitar las pestañas del navegador y usar extensiones
Las pestañas del navegador son básicamente pequeñas aplicaciones que se ejecutan en segundo plano. Si navegas con docenas de ellas abiertas, es una forma rápida de alcanzar el límite de RAM. Usa extensiones como OneTab para suspender o guardar pestañas para más tarde. Además, desactiva los plugins y extensiones innecesarios que se ejecutan en segundo plano. Es increíble la cantidad de RAM que pueden consumir unas pocas pestañas y extensiones.
Aumentar la memoria virtual (archivo de paginación)
Cuando se agota la RAM, Windows intenta compensarlo intercambiando datos a tu almacenamiento (memoria virtual).No es ideal, ya que ni siquiera un SSD es tan rápido como la RAM, pero es mejor que fallar constantemente. Para ajustar esto, ve a Panel de control > Sistema > Configuración avanzada del sistema. En Rendimiento, haz clic en Configuración, ve a la pestaña Avanzado y haz clic en Memoria virtual. Configura el tamaño del archivo de paginación entre 1, 5 y 2 veces el de tu RAM; por ejemplo, si tienes 8 GB, ajústalo entre 12 y 16 GB. Recuerda que esto es un parche, no una solución; llega un momento en que ampliar la RAM es mejor que aumentar el tamaño de la memoria virtual.
Analizar en busca de malware y fugas de memoria
El malware o las aplicaciones mal diseñadas pueden consumir RAM silenciosamente, ralentizando el sistema. Ejecuta un análisis rápido con Seguridad de Windows o Malwarebytes. Además, revisa el Administrador de tareas para detectar cualquier aplicación que consuma mucha más RAM de la que debería. Si encuentras programas que no funcionan correctamente, actualízalo o desinstálalos. A veces, las fugas de memoria se deben a malware o aplicaciones mal diseñadas, y un buen análisis las elimina.
Reiniciar periódicamente y desactivar los efectos especiales
Es raro, pero reiniciar elimina las fugas de memoria acumuladas y restablece el uso de RAM. Si tu PC lleva días encendido, es posible que algunas aplicaciones estén perdiendo memoria, y reiniciarlo puede solucionarlo temporalmente. Además, deshabilitar los efectos visuales llamativos de Windows ayuda a ahorrar RAM y ciclos de CPU. Ve a Panel de control > Sistema > Configuración avanzada del sistema ; en Configuración de rendimiento, selecciona Ajustar para obtener el mejor rendimiento. Se acabaron las ventanas animadas, pero tu sistema podría funcionar mejor.
Actualizar la RAM: la solución real
Si, incluso después de todo esto, te quedas sin RAM constantemente, probablemente sea hora de actualizar. Consulta el manual de tu placa base o las especificaciones del sistema para ver la RAM máxima admitida y compra los módulos compatibles (velocidad y tipo).Instalar RAM adicional puede mejorar el rendimiento al instante, especialmente al editar vídeos, ejecutar máquinas virtuales o jugar con la configuración alta.
Ajustes de hardware alternativos
Si no es posible actualizar de inmediato, considere cambiar su HDD por un SSD: un almacenamiento más rápido ayuda a que la memoria virtual funcione con menos lentitud. En equipos más antiguos, cambiar a Linux puede reducir la demanda de memoria. Además, para tareas informales o ligeras, las aplicaciones en la nube como Google Docs o las herramientas en línea pueden aliviar la carga de la RAM local.
Resumen
- Comprueba si tu uso de RAM está realmente al máximo
- Cerrar aplicaciones en segundo plano y deshabilitar elementos de inicio
- Utilice aplicaciones y navegadores más ligeros cuando sea posible
- Limitar las pestañas y extensiones del navegador
- Ajustar la configuración de la memoria virtual
- Analizar en busca de malware y fugas
- Reinicie periódicamente para borrar la memoria
- Desactivar los efectos visuales para conservar RAM
- Actualice la RAM si a menudo alcanza los límites
- Considere un almacenamiento más rápido o ajustes del sistema operativo si no es posible realizar la actualización
Resumen
Descubrir que no tienes suficiente RAM puede ser un verdadero fastidio, pero conocer las señales (lag, fallos, multitarea lenta) facilita detectarlo a tiempo. A veces, solo se trata de limpiar y ajustar la configuración. Otras veces, necesitarás una actualización de hardware, que suele ser la solución definitiva. Realizar estos ajustes puede ayudarte a sacar el máximo provecho de tu sistema sin gastar una fortuna. Crucemos los dedos para que esto ayude a evitar esos frustrantes días de espera interminable.