Cómo hacer benchmarking de tu PC sin perder la cabeza
Evaluar tu PC parece bastante sencillo: hacer pruebas, obtener una puntuación, compararlo con otros, ¿verdad? Bueno, más o menos. Pero en la vida real, a veces es más molesto de lo necesario. Quizás tu sistema se bloquea a mitad de proceso, o la temperatura sube tanto que te mata el sudor solo de mirarlo. O quizás no estás seguro de si ese extraño lag al jugar es normal o si tu GPU simplemente está fallando. Esta guía explica algunas maneras sólidas de evaluar el rendimiento de tu sistema sin que todo el proceso se convierta en una pesadilla de depuración. El objetivo principal es comprender de qué es realmente capaz tu PC, ya sea para revisarlo después de actualizaciones, para solucionar problemas o simplemente para ver cómo se comporta. Y, oye, quizás descubras que tu almacenamiento es más lento que un caracol en comparación con los SSD más nuevos; esa información también es útil. Así que, veamos soluciones y herramientas prácticas para obtener resultados significativos, porque, seamos sinceros, nadie tiene tiempo para evaluaciones de rendimiento deficientes.
Cómo solucionar problemas de benchmarking y obtener resultados precisos
Solución 1: asegúrese de que sus controladores estén actualizados
Este es el clásico, porque, por supuesto, Windows tiene que hacerlo más difícil de lo necesario. Los controladores de GPU/CPU obsoletos o con errores son conocidos por causar resultados de banco extraños o bloqueos. Antes de comenzar su evaluación comparativa, vaya a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update e instale todas las actualizaciones más recientes. Luego, diríjase al sitio web del fabricante de su GPU, como la página de controladores de NVIDIA, AMD o Intel, y obtenga el controlador gráfico más reciente. Además, verifique los controladores de su placa base/chipset si tiene problemas. Ejecutar los controladores más recientes reduce las fluctuaciones extrañas y los bloqueos, lo que hace que sus puntuaciones sean más legítimas. Espere una ligera mejora en el rendimiento, o al menos resultados más estables. A veces, una buena actualización de controladores es todo lo que se necesita para evitar que el punto de referencia se bloquee o actúe de manera extraña durante las pruebas.
Solución 2: Cierre todo el ruido de fondo (aplicaciones y procesos)
¿Alguna vez has ejecutado una prueba de rendimiento y has notado que tus puntuaciones están por todas partes? Probablemente se deba a que algunas aplicaciones en segundo plano están consumiendo ciclos de CPU o acaparando el ancho de banda del disco. Antes de presionar iniciar, abre Task Manager( Ctrl + Shift + Esc ) y comprueba qué se está ejecutando. Cierra todo lo que no sea esencial (navegadores web, aplicaciones de chat, herramientas de copia de seguridad automáticas o análisis antivirus), especialmente los que intentan actualizarse o analizarse en segundo plano. En algunas configuraciones, tener Dropbox sincronizando o Google Drive trabajando a toda máquina mientras se realiza la prueba de rendimiento puede hundir tus resultados o causar sobrecalentamiento. Espera puntuaciones más consistentes y menos atascos aleatorios si mantienes los procesos en segundo plano minimizados durante las pruebas. Nota al margen: a veces, incluso las actualizaciones de Windows o Windows Defender se activan en el peor momento, así que considera deshabilitar la protección en tiempo real temporalmente durante una prueba de rendimiento, ¡pero no olvides volver a activarla más tarde!
Solución 3: Ejecute pruebas de rendimiento en un entorno controlado (configuración de temperatura y energía)
Esto es un poco raro, pero tu plan de energía importa. Si estás en modo de ahorro de energía o tu portátil está configurado para conservar la batería, la CPU y la GPU funcionarán a velocidades más bajas, lo que sesgará los resultados. Cambia a Alto rendimiento en Configuración > Sistema > Energía y suspensión > Configuración de energía adicional. Y si estás en una computadora de escritorio, simplemente configúralo así. Además, monitorea las temperaturas con herramientas como HWMonitor o MSI Afterburner. Si tu CPU o GPU alcanza los 85 °C o más durante las pruebas, tu sistema se ralentizará y no obtendrás una imagen real de su rendimiento real. Es mejor ejecutar las pruebas de rendimiento en una habitación fresca y bien ventilada y asegurarte de que tu sistema no se sobrecaliente antes de comenzar.
Solución 4: utilice las herramientas y configuraciones adecuadas para obtener resultados reales
Elegir la herramienta de benchmarking adecuada es la mitad del camino.3DMark es mi herramienta predilecta para pruebas gráficas y de juegos; es fiable y ampliamente reconocida. Para el rendimiento general de la CPU y del sistema, Geekbench lo simplifica: realiza pruebas rápidas y ofrece puntuaciones fáciles de entender. Y si te interesa la velocidad de almacenamiento, CrystalDiskMark es perfecto. Asegúrate de seleccionar opciones de benchmarking que se ajusten a tu hardware; no te limites a ejecutar la carga máxima si usas una laptop, o terminarás con temperaturas que harán que tu sistema se ralentice o se bloquee. Además, presta atención a la duración de las pruebas y al tamaño de los datos; a veces, las pruebas más cortas ofrecen resultados más consistentes, especialmente si tu sistema de refrigeración no es de primera.
Opción: ejecutar primero una prueba de estrés y luego una evaluación comparativa
Antes de arriesgarte, conviene someter a un poco de estrés a tu sistema, como con Prime95 o Cinebench. Esto ayuda a identificar inestabilidad o problemas térmicos. Si tu sistema falla o aparecen errores durante una prueba de estrés, no consideres que esas puntuaciones sean legítimas. Realiza primero una prueba de estabilidad de 30 minutos a 1 hora y luego ejecuta las pruebas de rendimiento reales. Es como calentar antes de la carrera: más preciso y reduce la probabilidad de fallos durante la prueba real. Recuerda que las pruebas de estrés someten a tu hardware a un gran esfuerzo, así que vigila de cerca la temperatura y el voltaje.
Resumen
Obtener resultados de benchmark significativos no se trata solo de completar un montón de pruebas y esperar lo mejor. Se trata de crear un entorno controlado y estable, actualizar los controladores, cerrar aplicaciones en segundo plano y elegir herramientas que se ajusten a lo que estás probando. Aun así, es normal que haya alguna fluctuación, pero si tus resultados son muy inconsistentes, revisa la configuración de refrigeración y energía de tu sistema. Recuerda que el benchmarking es solo una instantánea; no te bases solo en él y siempre combínalo con el uso real. Con suerte, esto ayudará a alguien a obtener mejor información de sus rutinas de pruebas y a no frustrarse a mitad de camino.¡Mucha suerte!
Resumen
- Actualice los controladores antes de realizar la prueba
- Cerrar aplicaciones y procesos innecesarios
- Establecer el plan de energía en alto rendimiento
- Monitorear las temperaturas y la carga del hardware
- Elija herramientas que coincidan con su hardware y sus objetivos
- Si es posible, realice primero pruebas de estrés
- Mantenga su entorno fresco y estable
Resumen
Los benchmarks son útiles, pero no lo son todo. Considéralos una guía, no la verdad absoluta. Una configuración adecuada y comprender el significado de tus puntuaciones te ayudará a tomar decisiones más inteligentes sobre actualizaciones, resolución de problemas o simplemente para saber si tu equipo funciona correctamente. A veces, unos pocos ajustes pueden convertir resultados irregulares en información útil.¡Crucemos los dedos para que esto te ayude a evitar la montaña rusa de las pruebas inconsistentes!