Conseguir que las almohadillas de tus AirPods Pro 3 queden perfectas a veces puede ser sorprendentemente complicado. Es curioso cómo un pequeño cambio en el ajuste puede mejorar por completo la calidad del sonido, la cancelación de ruido e incluso la comodidad durante un uso prolongado. La nueva caja viene con cinco tallas (XXS, XS, S, M y L), así que es muy probable que una de ellas funcione, pero no siempre es fácil cambiarlas sin dañar las almohadillas ni los AirPods. A continuación, algunas reflexiones basadas en la experiencia: nada es perfecto, pero espero que supere la frustración de intentarlo sin éxito.
Retirada de las puntas de los oídos
- Sujeta los AirPods firmemente con una mano; no te descuides. Es fácil que se te caigan sin querer, sobre todo si estás distraído.
- Presiona la punta del auricular en la base, donde se conecta al AirPod.¿Intentar tirar del extremo blando? Mala idea. Eso podría provocar desgarros o que la punta se atasque.
- Tire hacia afuera con presión constante. Sin torcer ni tirar; esta es la forma más segura de mantener todo intacto. En algunas configuraciones funciona sin problemas; en otras, puede que tenga que moverlo un poco, pero evite aplicar demasiada fuerza o podría dañar la punta o el encaje.
Si la punta está resbaladiza, lo cual puede ocurrir si tienes las manos sudorosas o si ha pasado mucho tiempo, intenta enrollar el borde hacia afuera para un mejor agarre o limpia el AirPod con un paño suave. No uses nada demasiado abrasivo.
Colocación de una nueva punta
- Elige tu talla: intenta elegir una que te quede ajustada, pero no apretada. Normalmente, la M o la L quedan bien para la mayoría de los adultos, pero algunos prefieren la XS si las puntas les resultan voluminosas o incómodas.
- Alinea el conector con la toma ovalada del AirPod. Es bastante satisfactorio cuando todo encaja, pero a veces puede ser un poco complicado, sobre todo si tienes prisa.
- Presione suavemente hasta que oiga o sienta un clic definitivo. Ese clic es lo que busca: significa que está bien colocado. Si no lo oye inmediatamente, intente presionar con un poco más de fuerza, pero sin forzarlo demasiado.
- Tira ligeramente de la punta para asegurarte de que esté bien encajada. Si se mueve, inténtalo de nuevo. En algunas unidades, las puntas pueden ser difíciles de encajar, pero una vez que encajen, deberían estar firmes.
Apple incluye cinco pares de almohadillas con los auriculares, lo cual es una ventaja. Sinceramente, es bueno tener opciones y evitar un ajuste incómodo.
Comprobando el ajuste
Sí, es súper importante: un buen ajuste no solo mejora el sonido, sino que también puede marcar una gran diferencia en la cancelación de ruido y las funciones de salud. El truco está en verificar el sello sin adivinar:
- Dirígete a Configuración → Bluetooth → AirPods Pro 3 → Prueba de sellado acústico.
- iOS 26 reproducirá algunos tonos de prueba y te dirá si tus puntas encajan bien o si deberías probar con otra talla. Claro que Apple tuvo que complicarlo un poco; esta prueba es bastante precisa una vez que te acostumbras.
Es importante tener en cuenta que puedes ajustar el volumen de las almohadillas de forma diferente para cada lado, especialmente si un canal auditivo es ligeramente diferente. En algunas configuraciones, esto ayuda, sobre todo si notas un sonido o una comodidad desiguales.
Limpieza de las puntas
Ten en cuenta que las puntas sucias pueden dificultar el ajuste e incluso causar molestias o reducir la calidad del sonido. Cuando las retires, enjuágalas con agua limpia (sin jabón; el jabón puede dejar residuos) y déjalas secar al aire completamente antes de volver a ponértelas. Limpiar el vástago y la zona del conector de los AirPods con un paño seco y sin pelusa te ayudará a mantenerlos en orden. Créeme, las puntas limpias se sienten mucho mejor y duran más.
¿Qué pasa si una punta se rompe o simplemente no sale?
- Tira solo de la base, la parte sólida que conecta la punta al AirPod. Intentar tirar del extremo blando puede provocar desgarros o deformaciones que pueden arruinarte el día.
- Si parte de una punta rota está atascada, use una herramienta suave, como un palillo de madera pequeño o algo similar, para extraerla con cuidado. Evite las herramientas metálicas, ya que pueden rayar o dañar el encaje.
- Si una punta se rompe mucho o no se desprende, puedes conseguir repuestos directamente en Apple o en tiendas autorizadas. No es un desastre, pero conviene cambiarla cuanto antes, sobre todo si notas ruidos extraños o molestias.
Por qué el ajuste de la punta es más importante que nunca
Los AirPods Pro 3 no son solo para escuchar; ofrecen de 8 a 10 horas de batería (si tienes suerte y no te pasas el día probando), audio de llamadas con calidad de estudio y funciones geniales como la traducción en vivo. Pero todas estas ventajas dependen de un ajuste firme y cómodo. Esto es especialmente cierto para las sesiones de entrenamiento, ya que un mal ajuste implica un seguimiento menos preciso de la frecuencia cardíaca y mayor pérdida de ruido.
¿Indeciso? Comparar con otros auriculares, como los Samsung Galaxy Buds 3 Pro o los Sony WF-1000XM5, podría ayudarte a decidir, pero un ajuste adecuado suele ser el primer paso para sacarles el máximo partido.
En resumen
Básicamente, cambiar las almohadillas es tirar suavemente y oír un clic firme; nada del otro mundo. Con cinco tamaños disponibles, deberías encontrar uno que te quede ajustado pero cómodo. Eso es lo que te permite disfrutar de las mejores funciones de audio, cancelación de ruido y salud. Solo ten cuidado con los desgarros o la fuerza excesiva, y listo.¿Buscas un par? Busca en distribuidores autorizados o en la tienda oficial de Apple. No son baratos, pero, francamente, son unos auriculares de alta gama cuando todo encaja.
Resumen
- Pellizque la base, no tire de la parte blanda.
- Empuje hasta que escuche un clic, luego tire suavemente para verificar.
- Compruebe el ajuste con la prueba de sellado acústico
- Mantenga las puntas limpias para una mejor comodidad y sonido.
Resumen
Conseguir el ajuste perfecto de tus AirPods Pro 3 requiere un poco de prueba y error, pero vale la pena. Una vez que todo encaja a la perfección, los auriculares despliegan todo su potencial: mejor sonido, cancelación de ruido y monitorización de la salud. Si una almohadilla se rompe o no se despega, cámbiala antes de que cause problemas más graves. Una vez que todo está arreglado, la satisfacción es considerable, y sí, suele notarse la diferencia.