Cuando un MacBook empieza a calentarse más de lo normal tras actualizar a macOS Tahoe, resulta bastante molesto. A veces se trata de tareas normales en segundo plano, como la indexación o la sincronización, pero otras veces, las aplicaciones o los procesos del sistema se sobreexigen y exigen demasiado a la CPU y la GPU.¿La buena noticia? Hay varias cosas que pueden ayudar a reducir la temperatura, y la mayoría son bastante sencillas, aunque algunas requieran algo de prueba y error. El objetivo es conseguir que el sistema se enfríe, que los ventiladores bajen la velocidad y que el rendimiento se estabilice sin tener que abrir el ordenador constantemente.
Cómo solucionar el sobrecalentamiento en macOS Tahoe
Reiniciar el MacBook para eliminar la carga temporal del sistema
Esto suele ayudar a eliminar cualquier proceso extraño que pueda estar atascado o ejecutándose en segundo plano, especialmente después de actualizaciones importantes.macOS tiende a aumentar su actividad durante la indexación o las actualizaciones del sistema, y un simple reinicio a veces puede restablecer la gestión térmica.
- Guarda cualquier trabajo abierto y cierra todas las aplicaciones (o fuerza el cierre si es necesario).
- Dirígete al menú Apple > Reiniciar.
- Una vez que vuelva a estar en funcionamiento, deje que el sistema se estabilice durante un minuto o dos; es posible que los ventiladores presenten fallos durante un rato.
- Comprueba si la temperatura y la velocidad del ventilador disminuyen. Si sigue calentándose, pasa a la siguiente solución.
Reiniciar el sistema puede eliminar procesos residuales de actualizaciones o análisis en segundo plano. No estoy seguro de por qué funciona, pero en algunas configuraciones, simplemente funciona.
2. Comprueba qué está consumiendo mucha CPU en el Monitor de Actividad.
Esto resulta útil porque algunas aplicaciones o procesos podrían estar consumiendo demasiados recursos sin que te des cuenta. Los navegadores, los editores de fotos o las herramientas de sincronización pueden aumentar drásticamente el uso de la CPU justo después de una actualización, especialmente si están reconstruyendo bibliotecas o índices.
- Abre el Monitor de Actividad (solo tienes que pulsar Spotlight y escribirlo).
- Cambia a la pestaña CPU.
- Haz clic en el encabezado de la columna % CPU para ordenar de mayor a menor; esos principales culpables son los que causan problemas.
- Selecciona cualquier aplicación o proceso que esté consumiendo demasiados recursos y pulsa X > Forzar salida.
- Vigila la temperatura un rato después de dejar de usar el aparato; normalmente bajará una vez que deje de someterlo a estrés.
Navegadores como Chrome o Firefox suelen ejecutar pestañas o extensiones en segundo plano que pueden consumir muchos recursos de la CPU. Detenerlas o cerrarlas temporalmente puede ayudar a enfriar el sistema. Un pequeño consejo: en algunos equipos, a veces es necesario reiniciar el sistema para que esto surta efecto.
3. Comprueba si macOS está ocupado indexando.
Indexar tus fotos, archivos o resultados de Spotlight puede provocar picos de temperatura y ralentizaciones importantes. Especialmente justo después de una actualización importante, es probable que macOS esté reconstruyendo su base de datos.
- Haz clic en el icono de Spotlight (la lupa en la barra de menú) y comprueba si indica «indexación en curso».
- Abre la aplicación Fotos y comprueba si está analizando tu biblioteca; si lo está haciendo, intenta dejarla tranquila hasta que termine.
- Si utilizas iCloud Drive u otros servicios en la nube, es posible que también se estén sincronizando e indexando en segundo plano.
- Mantén el Mac enchufado; la indexación puede tardar unas horas, pero una vez finalizada, las temperaturas suelen estabilizarse.
Otro problema: a veces, Spotlight se bloquea o tarda más de lo normal, lo que sobrecarga el sistema. Una reconstrucción rápida del índice puede ayudar, pero es un proceso más complejo.
4. Mantén macOS y las aplicaciones actualizadas
Los desarrolladores publican actualizaciones para corregir errores, mejorar el rendimiento y optimizar la gestión térmica. Si no has instalado los últimos parches, ese podría ser parte del problema.
- Ve a Configuración del sistema > General > Actualización de software e instala cualquier actualización disponible de macOS.
- Abre la App Store y comprueba si hay actualizaciones para las aplicaciones instaladas, especialmente para las que consumen muchos recursos, como Adobe o Final Cut.
- Una vez que todo esté actualizado, reinicia; el nuevo código puede ayudar a que el sistema funcione a menor temperatura.
A veces, una simple actualización soluciona los problemas que generan rutinas en segundo plano y que sobrecargan la CPU o la GPU. En un equipo, esto marcó una gran diferencia; en otro, no tanta, pero vale la pena intentarlo.
5. Restablecer los controles térmicos en Apple Silicon
Si usas un Mac con procesador M1, M2 o posterior, la gestión térmica está integrada en el chip. Un reinicio rápido a veces puede recalibrar su respuesta al calor.
- Apaga el Mac por completo.
- Cocínalo durante al menos 30 segundos; incluso más si te sientes persistente.
- Inícialo normalmente y realiza una carga de trabajo ligera durante unos minutos para ver si mejora la situación.
No estoy seguro del motivo, pero este truco a veces puede solucionar picos de temperatura extraños después de actualizaciones o cambios en el sistema.
6. Reduzca las aplicaciones de inicio y en segundo plano
Los procesos de inicio de sesión adicionales o las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano pueden sobrecargar la CPU innecesariamente. Menos actividad = menos calor.
- Abre Configuración del sistema > General > Elementos de inicio de sesión.
- Revisa lo que hay y elimina las aplicaciones innecesarias de la lista.
- Desactive la opción «Permitir en segundo plano» para las aplicaciones que rara vez utilice o de las que no necesite actualizaciones constantes.
- Reinicia para asegurarte de que todos los cambios se mantengan y comprueba si las temperaturas bajan un poco.
Resulta un tanto sorprendente lo mucho que una lista de inicio limpia ayuda a reducir el calor y a prolongar la duración de la batería, aunque parezca algo menor.
7. Reduzca el brillo
Un mayor brillo exige más a la GPU y aumenta el consumo de energía, lo que a su vez genera más calor. Reducir el brillo un par de niveles puede parecer insignificante, pero con el tiempo se nota la diferencia.
- Ajusta el brillo a través del Centro de control o utiliza las teclas de brillo del teclado.
- Ajústelo a un nivel cómodo pero ligeramente más bajo.
- Comprueba si las lecturas de temperatura se estabilizan después de unos minutos.
No es una solución milagrosa, pero es una forma barata y sencilla de aliviar la carga de trabajo y mantener las cosas más frescas.
8. Desconecta temporalmente los dispositivos externos.
Las unidades externas, las bases de conexión o incluso las impresoras a veces pueden provocar que macOS trabaje en exceso intentando detectarlas o comunicarse con ellas, lo que aumenta la carga del sistema.
- Desconecta todos los accesorios externos innecesarios.
- Espera unos minutos y comprueba si el Mac se enfría.
- Vuelva a conectar los periféricos uno por uno para identificar cualquier dispositivo en particular que esté causando problemas.
Algunos periféricos necesitan controladores o alimentación adicionales, lo que puede sobrecargar la CPU y la GPU. Conviene descartarlos.
9. Utilice Safari en lugar de navegadores de terceros.
Los navegadores de terceros como Chrome o Edge suelen consumir más CPU y RAM, sobre todo durante sesiones de navegación intensivas. Safari está optimizado para Mac y, por lo general, se calienta menos.
- Abre Safari para navegar a diario.
- Cierra Chrome, Firefox o cualquier otro programa que tengas abierto.
- Vigila el sistema durante un tiempo; las temperaturas suelen bajar una vez que vuelves a Safari.
Puede que no sea práctico al 100%, pero es una forma rápida de darle un respiro a tu sistema durante las olas de calor.
10. Ajusta cómo y dónde colocas el MacBook
Los MacBook dependen de las rejillas de ventilación y del aire que circula por debajo para su refrigeración. Una superficie blanda o un escritorio desordenado pueden atrapar el calor, empeorando la situación.
- Coloca el MacBook sobre una superficie dura y plana: un escritorio o una base refrigeradora si tienes una.
- Evite apilar objetos alrededor de las rejillas de ventilación o cubrir la parte trasera.
- Utilizar un soporte para portátil para mejorar la ventilación puede ser útil, especialmente si sueles usar el dispositivo durante largos periodos de tiempo.
- Un buen flujo de aire significa que los ventiladores internos no tienen que trabajar tanto para mantener todo fresco.
Consejos adicionales
- Actualiza tu macOS regularmente; las mejoras térmicas suelen formar parte de las notas de la actualización.
- Cierra las pestañas que no estés utilizando en Safari o Chrome, especialmente las que consumen muchos recursos.
- Reinicia el sistema semanalmente si el sobrecalentamiento se vuelve recurrente; a veces, un simple reinicio puede solucionar los problemas.
- Mantén tu Mac enchufado durante las fases de indexación intensiva para que no agote la batería ni cause fluctuaciones de energía.
- No obstruyas las rejillas de ventilación con pilas de papeles u otros objetos.
- Si los síntomas de descarga excesiva de la batería o de «MacBook caliente» persisten, investigue cómo solucionar el problema de la batería o cómo restablecer el controlador de administración del sistema (SMC) en las Mac con procesador Intel.
Preguntas frecuentes
No del todo; algunos sistemas son más sensibles, sobre todo aquellos con gestión térmica antigua o refrigeración menos eficiente. Pero sí, un número considerable de usuarios reporta temperaturas más altas tras la actualización.
Depende del tamaño y la capacidad de almacenamiento de tu biblioteca; podrían ser unas horas o incluso un día si se trata de una biblioteca de fotos enorme o de documentos grandes.
macOS cuenta con protección térmica, pero las temperaturas altas constantes no son recomendables. Con el tiempo, podrían provocar un desgaste prematuro de los componentes, por lo que conviene mantener el sistema a una temperatura baja siempre que sea posible.
Normalmente, esto se debe a que el sistema está realizando tareas pesadas en segundo plano, como indexación, copias de seguridad o sincronización con la nube. Los ventiladores aumentan su velocidad para mantener la temperatura bajo control.
Solo si nada funciona y las temperaturas se mantienen altas a pesar de todas las soluciones. A veces, revertir los cambios puede ser la única opción si el calor afecta negativamente el rendimiento o la estabilidad.
Ojalá esto ayude a que uno de esos Macs tan calientes se enfríe un poco.¡Mucha suerte y crucemos los dedos para que funcione!